FELICITÁ


Salir del preparador es de las mejores sensaciones que vive un opositor. Da igual que el cante haya salido regulero, el desahogo que se vive es indescriptible. Y si ya te ha salido bien la sesión, ni os cuento. Los pájaros cantan, el sol brilla, hay un cervatillo comiendo en un claro del bosque y ocurren todas esas cosas que narran las canciones y que, el resto de la semana, enterrado entre carperis, no pasan.

Y ¿por qué? Porque hace que todo tenga sentido. El levantarte a las 6.30 para repasar antes de irte al preparador. La patada al despertador. El volver a levantarte a las 7.30 con el agobio (¡¡hostia, la puta tasación!!) El coger el bus un sábado por la mañana, tú y cuatro viejos más. Las ojeras hasta las rodillas. El cardenal que me va a salir en el hombro por comerme a oscuras el quicio de la puerta de mi cuarto....

Así estoy hoy, con una media sonrisa en los labios, que hace que la gente me mirepor la calle, pensando que voy emporrao (las pintas tampoco ayudan a lo contrario). Feliz. Contento. Ajeno a suspensos, estudios, sacrificios y demás mierdas. El mp3 con el último de Placebo* y pensando que todo va a salir bien....


Claro, feliz hasta esta tarde, que me tengo que mirar los seis temas que se me han descolgado de la mitad del temario que ha caido esta semana, pero eso será luego. Hasta las cuatro, estoy, oficialmente, de puta madre. Me voy de tapitas.

Pd1: aprobar tiene que ser la leche.

Pd2: como habreis podido comprobar, me encuentro apartado del mundanal ruido, os leeré, comentaré, bloguearé y saludaré virtualmente en poco más de tres semanas.

Pd3: a ver si un día de estos escribo una entrada depresiva, que también molan.

* "Cenicero, cenicero, mi corazón de cenicero" (1) ¿¿¿??? Chicos, antes molabais.


(1) NdT: en español en el original (siempre he querido escribir esto ;))