EL DÍA QUE CANTO ME PONGO TONTORRÓN

(Vale, un poco más tontorrón de lo normal)



Espero que no os confunda el título de la entrada. Cuando digo tontorrón, no quiero decir bajo de rendimiento. Todos sabemos que se estudia mejor bajo presión y que el tema que dos días antes te cuesta media vida mirártelo, el día D te lo ves en diez minutos. *

*ver nota (1) al final de la entrada

No, me refiero a tontorrón de pamplinoso. Ensoñado. Pasmado. Persiguiendo gamusinos con la mente. Vamos, que pienso tontunas que normalmente no se me ocurren y me pongo de un sensiblero que me asusto a mí mismo.

¿Que qué clase de tonterías? Os puedo poner el ejemplo que me ha llevado a escribir esta entrada:

Viernes, 11am (-8 horas para el cante) Estoy moqueando (ay, esa gripe A...) así que me dirijo al baño a coger un poco de papel higiénico y el primer trozo que rasgo se cae entre mis torpes manos y va a parar al water(loix). En un día normal, cojo otro pedazo y me sueno los mocos. En cambio, pienso en que he desperdiciado papel, en que hay que ver como está la ecología y en que nos estamos cargando el planeta.

Ya lo he dicho. Tontorrón perdido.

Al menos no es una secuela más de las oposiciones (junto con la blancura de piel y las dos nuevas dioptrías de regalo) sino que ya lo tenía de antes, ya me pasaba durante la carrera, en esos momentos previos al examen, por la mañana, cuando me ponía en plan filosófico (ríete tú de Platón y de la caverna). ¿Por qué hago esto? ¿Tiene sentido la vida? ¿Mi vida? ¿Qué fué antes, el huevo frito o el chorizo? ¿La cerveza o la tapa?

Tiene una única ventaja, que la tontería es de carácter variado. Me he referido a la memez filosófica, pero también tenemos el momento ensoñamiento, cuando de pronto levantas la vista de los porqueris y piensas: ¡y lo bien que estaría en la playita! O mejor, ¡en la playita y con un mojito! Espera, espera, ¡en la playita, con un mojito y aprobado! Lo veo y resubo, ¡en la playita, con un mojito, aprobado y que por error me hayan dado notarías!

También están los (afortunádamente raros) instantes de humanismo y ecología. La idiotez del papel higiénico de antes entra en esta categoría. Pero también está ese día, en pleno desayuno, con la tostada en la mano, mirando la inmensidad de los azulejos de la cocina, cuando me puse a pensar en aquellos desfavorecidos que no tienen nada que llevarse a la boca. Ay, si los Carperis fuesen nutritivos, qué a gusto los donaba.

¡Y la fase puretón, puretón! Esos momentos sí que son peliagudos, cuando uno se da cuenta de que los tiempos avanzan una barbaridad, que 1980 fué hace mucho mucho (pasmaos con ese descubrimiento) y que cada vez se está más desconectado de las nuevas generaciones.... esas nuevas generaciones de niñatos semianalfabetos, de pantalones culocagao y de malos modales y peores gustos musicales (ya aquí levanto mi imaginarío báculo para castigar el costillar de un -imaginario a su vez- kani de mis entretelas).

Todo esto es soportable, desde luego. El problema es cuando uno se pone en plan artista. A ver, yo no tengo nada en contra de los poetas (...), pero es muy peligroso, en medio del estudio, empezar con "carambola a la izquierda, carambola a la derecha". Máxime cuando luego, recuperada la cordura, te acuerdas de los (horripilantes, en toda la extensión de la palabra) versos (o estrofas de una canción, o dibujos, o una obra de teatro, en tres actos, a medio hacer) que pensaste en un momento de debilidad.

Por todo esto, temo los días de preparador. El resto de la semana, estoy normal, muerto por dentro, como debe ser, pero los días de cante... ¡me gustan hasta los gatitos!

Me voy a ver Conan el bárbaro.


Aviso: La entrada presenta exageraciones, vaciladas y cuentos chinos. Sí, sí, como todas las otras ;)

Nota 1: Edito, que me acabo de dar cuenta, tontorrón tampoco quiere decir romanticón, suspirante o, más directamente, salidorro perdido. Eso ya lo dejo para la primavera, sus hormonas y demás cambios fisiológicos.

MEME LITERARIO



Ya lo sé, ya lo sé, Andrea. Tarde, tarde, tarde. Bueno, la intención es lo que cuenta. Este es el meme que puse en el blog de Faria, con algunos retoques.


-Actualmente estoy leyendo: "El mago de la guerra" de David Fisher, es realmente un libro de historia, aunque más o menos novelada, sobre el mago Maskelyne, que ayudó a los aliados en la Segunda Guerra Mundial, por ejemplo, cambiando el puerto de Alejandría de sitio, (vamos, una fruslería) (aquí, una reseña).
También acabo de finalizar Ultimate Spiderman (bueno, y el resto de comics de la saga Ultimatum). El problema es, que como no los sigue nadie que conozca, no puedo compartir mi frustración por ese final de ****** que han hecho. Da igual, haced como que no me oís: ¡Loeb, eres el peor guionista de la historia! ¡Deja de joderles los trabajos a otros! ¡Y de paso deja de jodernos a los lectores! ¡Qué vuelva Bendis ya!


-No terminé: "El péndulo de Foucault" de Eco. El mayor pestiño que he tenido en mis manos, incluyendo a Kafka. Intragable. Incomible. Imbebible.

-Me decepcionó: Uff, Pérez Reverte desde "La carta esférica" (o antes, incluso). A Reverte siempre le he tenido mucha ley, pero es verdad que cansa y se hace repetitivo (vista una entrevista suya, vistas todas). Ahora, el celebritis de "Muchachada Nui", fué impagable.

¿Qué más?. "Cumbres Borrascosas" de Bronte, que me parece una ñoñez. Además, que no le cojo la gracia a la historia (aunque en este caso, creo que parte de culpa la tiene la traducción de la edición que tengo en casa, que es muy mala)

Y "Otras voces, otros ámbitos" que lo leí porque era la opera prima de Truman Capote y es una narración sin sentido, sin emoción, sin nada de nada.

-No me despierta interés: cualquier obra que puedan escribir Dan Brown o Matilde Asensi.

De Brown, "El Código..." me pareció entretenido pero una más de las tropocientas novelas de ese estilo que se hacen al año. "Angeles y demonios" ya sí me dió ganas de estrangularlo. Los pasajes sobre Sevilla de "Fortaleza digital" (esta no me la leo entera ni de coña) parecen de monólogo del club de la comedia.

Y la Asensi... "El último Catón" es, es, es, uy uy uy, que me ciego. Trata al lector como si fuera idiota. Pero "El origen perdido", que se lo regalaron a mi hermana, es peor, tiene unas lagunas en cuanto a la investigación que asustan (y no me vale que investigar para un libro es difícil, que Follet se lo encarga a una empresa de NY que se dedica a eso)

Ah, se me olvidaba. JJBenítez puede seguir escribiendo Caballos de Troya hasta que se le caiga el brazo, antes esnifo pegamento que ponerme a leer de nuevo sus memeces. Que tío más fumao. ¡Abrazafarolas! ¡Pelacañas!

-Me emocionó: "Ivanhoe" de Walter Scott. Fué el primer libro gordo que me leí (cuando me harté de Barcos de vapor... bueno, uno no se harta nunca del pirata Garrapata, jeje) y después de releerlo pitimil veces me sigue pareciendo maravilloso. ¿Ingenuo en cuanto a la historia? Sí, pero esta escrito de p... madre (esas páginas de introducción son geniales).

Y bueno, soy bastante fan de ESDLA (no llego a según qué extremos, pero...)

-Un libro que me gustaría releer: "Los perros de la guerra" de Frederik Forsythe. No es que sea una maravilla, pero Forsythe me gusta, tenía el libro y lo perdí hace un par de años en un viaje.

-Un libro que recomiendo: pues ni idea. Es que yo no recomendaría un libro así, en general, sino que lo haría en relación a la persona que lo recibe. Un ejemplo, le regalé a una amiga mía "Confieso que he vivido" de Neruda y le encantó. A mí me entra la risa en según que párrafos (cosa que no le diré nunca, a riego de convertirme en un eunuco).

-Un libro que me gustaría que me regalasen: no soy yo mucho de que me regalen libros, la verdad, que para eso tengo biblioteca (o la tendré, cuando deje de estar sancionado), sin embargo, tengo antojo de leerme "Un puente muy lejano" de Cornelius Ryan y es bastante difícil de conseguir (creo que está descatalogado, y yo lo de comprar por internet, mmh, no sé, esperad que me rasque la boina, mmh, no lo veo).

Creo que no se me olvida nada


Pd: me encantan los Potter ;) (salvo el último, que es una castaña).

Pd2: esto de los memes, ¿cómo se inician? Y ya puestos, ¿se ha hecho alguno ya específicamente de la opo (tema que más odias, etc...)? Es que me he levantado bullanguero.

Pd3: a ver si me da tiempo de colgar una entrada como Blog manda este finde, que lleva esto parado dos semanas. Y como utilice la técnica del cronómetro de Mery, aún lo va a estar más XD

TATUAJE




Siempre he querido hacerme un tatuaje. La verdad. Probablemente sea para tener una imagen como más de malote. Vosotros no me habéis visto nunca (salvo de niño y con bañador, ahora que lo pienso) pero para que os hagáis una idea, estoy más cerca de Screech, que de Slater. Bueno, tampoco hay que exagerar (y menos, teniendo en cuenta como ha acabado el amigo), aunque al menos, servirá para ubicaros (y sin embargo, me escapé de las novatadas en el instituto, es lo que pasa cuando a uno le ponen gafas a los once años, que adquiere, ipso facto, una velocidad y una capacidad de quiebre increíble) (que se lo digan a Usain Bolt, que seguro que en la vida real lleva un protector de bolsillos) (que siempre he tenido yo la ilusión de ver uno de esos) (claro que lo de las ilusiones es muy subjetivo, que el otro día me emocionó ver a dos lesbianas en el bus, que pensé: "mira, qué moderna está Cádiz").

¿Alguien sabe de que estaba yo hablando?

Ah, sí, de tatuajes.

Pues eso, que siempre he querido uno, a pesar de que motivos para que se me quite el querimiento ha habido. ¿Cuales?

Primero, la expansión cani, Ay, con lo que me gustaban a mí los caracteres chinos y japoneses y ahora te encuentras por la calle gente que parece la carta de un restaurante oriental (de primero, muslitos de gato). Y el hecho de que todo futbolista, para ser algo, tenga que pintarse una estrella en el codo o la fecha de su primera caries en números romanos en el antebrazo, tampoco ayuda, no.

La segunda de las pegas es el dolor. A ver, no me entendáis mal, lo tolero bastante bien (menos mal que esto no lo lee mi hermana, que ya habría contado esa anécdota sesgada que tiene para tirar mi orgullo al suelo, si es que no hay nada peor para la hombría... ups, otro lapsus parentesil). Mi problema con el dolor es mi reacción al mismo. Estornudo. En serio. Y, claro, no es aconsejable moverse espasmódicamente (y a buen precio) mientras te están introduciendo tinta en la piel con una aguja.

Tercer problema, lo visto aburre. Me ha pasado con colegas, decir de primeras "mira que chulo" y al tiempo aburrirme(aunque, la verdad, un lobo fumando en una pipa, un tribal con su sangrecita fresca o el símbolo antiguo de Heroes del Silencio no lo escogería para mí) (para el caso de que el blog deje de ser semiclandestino, que conste que me gustan los tatu, eh chicos!, que lo de antes lo ha escrito el perro...¿que qué perro? Yo qué sé) .

Y además, aburrirme sin llevarlos yo. x15 si fuera mío. Supongo que ahí también influye el lugar donde te lo hagas. Mejor un sitio donde no lo veas mucho.

Pues a pesar de esas pegas, siempre he querido uno. Pero siempre lo he pospuesto. Que si cuando acabe el insti (eso era imposible, mi madre claramente me capa), cuando acabe la facultad, cuando España gane la Eurocopa (quien lo iba a decir). Sin embargo, ahora sí que sí. Cuando acabe la oposición (y será este año, me juego mi cordura a que sí) me hago uno. Pero antes tengo que resolver dos interesantes cuestiones: ¿dónde? y ¿qué? (interesantes para mí, claro, que vosotros os estais leyendo un peñazo de entrada que pa' qué, seguro que deseais que me hubiera dedicado al meme).

¿Dónde? Dejando de lado el famoso chiste de Constantinopla, la cosa es peliaguda. Nunca he tenido ni mucha espalda, ni mucho brazo para servir de lienzo (repasar el principio de la entrada para ver los motivos) (aunque claro, el gimnasio -volveré algún día- me ha dado más chicha). No es ese el problema, sin embargo, ya que debemos retrotraernos al embarazo de mi madre, y como, supongo, mi padre no atendió ninguno de sus innumerables antojos. Y así estoy, que parezco un mapa a escala de la vía láctea, pero a lunares o pecas. Vamos, que soy un traje de flamenca. Los brazos, descartados. La espalda... uff, quizás se podría buscar hueco (y si lo encontrais, con sus rastas, sus patines, su mulata y su guerrera, hacedme un favor y matadlo).

¿Los tobillos? Bueno, sí, podría ser una opción, aunque no me gustan los que forman una tobillera. El empeine y la pantorrilla, descartados, me parecen muy cantosos. Siempre me ha gustado la idea de ponerme uno en la cara interna de la muñeca, como el que tiene el prota de Bones, pero no sé yo, no sé yo. Cadera, parte baja de la espalda, antebrazo, codo, como diría la Amy, "no, no, no".

¿Qué? Pues tampoco lo sé. Si me lo hago en conmemoración del aprobado, tendrá que ser algo relacionado con el derecho o con Secretaría (¿un carperi?, ¿la silueta del CEJ?, ¿un retrato de Díez Picazo?). No me voy a tatuar la cabeza de Chicho Terremoto, vamos, digo yo. Tuve una época en que se me antojó la imagen de la justicia, como en la portada del "...and justice for all" de Metallica, aunque lo vería yo como poco esperanzador para iniciarne en la funcionaría. Ya puestos, "IUSTITIA OMNIBUS" con letras más o menos estilizadas.... algún motivo celta... Pero lo del "qué,"no me preocupa tanto, porque le podría dar más o menos cancha al tatuador. Eso ya me lo han dicho alguno de mis amigos que se han tatuado, el que te lo va a hacer es un profesional, y si es bueno, será a su vez un artista, que ya te propondrá cosas.

No obstante, soy todo oidos a vuestras sugerencias. (eso me lleva a decir, que en las orejas no, por supuesto -como dijo Josefina-). Creo recordar que Andrea quería hacerse uno, a ver si me ilumina.

Pd: hoy no pongo posdatas.

ENJOY CARPERI


¡Rechace imitaciones! No deje pasar la oportunidad de disfrutar de los genuinos Carperis. Refrescantes, deliciosos, llenos de sabor.

Carperi, en su intención de facilitar la vida al opositor, no se limita a proporcionar libros de estudio, sino auténticos kits personales de realización social, personal y laboral.

Así, ofrecemos una valiosa experiencia en el ámbito de la encuadernación y la papelería. Algunos clientes se han quejado de que los libros rojos se rompen con sólo mirarlos.No entienden que está todo calculado. La reencuadernación con fixo, cartulinas e imaginación (sobre todo, imaginación), potencia su sentido práctico y le proporciona una salida laboral, para el caso de que (Gómez Orbaneja no lo quiera) las cosas no salgan como desee.

Y no sólo en materia de papelería sino también de copistería. Somos conscientes de que cuando un opositor lleva un Carperi a fotocopiar, el dueño del establecimiento le da las llaves del mismo y huye despavorido. El tacto, la paciencia y el cariño necesarios para reproducir el mágico texto de Carperi sobre papel son cosas que no se aprenden de la nada (amén del nivel de palabras malsonantes que adquirirá cuando se le encaje el A3 en la máquina y tenga que meter la mano por peligrosos e ignotos mecanismos, a riesgo de sus falanges).

Pero no sólo formamos papeleros, buscamos emprendedores, innovadores, genios capaces de diseñar carpetas y mochilas en los que puedan caber nuestros admirados manuales. Sepa que tiene a su disposición una sección especial de la Oficina Española de Patentes y Marcas para sus magníficos diseños (allí encontramos ya algunos como "la mochila cuya cremallera no cierra del todo" o "la carpeta sin gomillas" que demuestran claramente que avanzamos con pié firme en el siglo XXI)

No obstante, entendemos que la base de su preparación es el Derecho. Y como tal actuamos. El país no necesita Jueces, Fiscales y Secretarios acomodados, que crean que el derecho es inamovible. Esta nación precisa de profesionales dinámicos. Es por eso por lo que nuestras actualizaciones siempre llegan tarde y mal. ¿Creía que era negligencia? Por supuesto que no, es necesario que el opositor revise al día los distintos boletines oficiales, que no espere que aquí hagamos algo que es trabajo suyo. Tiene mucho tiempo libre para ello, ¿no?

Por ese mismo motivo, inventamos otras dos maravillosas técnicas: el texto erróneo (es esencial que un jurista desconfíe de lo evidente) y el párrafo chorra. Este último es uno de nuestros productos estrella. Si una modificación del temario incluye un nuevo epígrafe, lo completaremos únicamente con dos líneas de compromiso. Así, no le privaremos del placer de redactar usted su propio temario. Como culminación de nuestros desvelos por usted, hemos rozado la perfección con el tema chorra, sobre todo para secretarios, maravillosos temas de nueve páginas de texto que han de desarrollarse oralmente en quince minutos. ¿Qué como se hace eso? Seguimos investigando, no se preocupe.

Claro que: "iuris sana in corpore sano". El cuidado de la salud de nuestros clientes es una de nuestras motivaciones fundamentales. En primer lugar, luchamos por conseguir que usted tenga una magnífica visión periférica. ¿O es que creía que ese formato imposible era aleatorio? Gracias a él, tiene sus ojos entrenados de tal modo que parezcan los de un camaleón, y así tener controlada a la totalidad de la biblioteca (y a los oyentes que se le puedan colar en los exámenes orales).

Por supuesto que el físico también es importante. Por ello nuestros textos están diseñados para trabajar todos y cada uno de los músculos del cuerpo, en especial los riñones y los brazos. ¡Haga la prueba! Verá como la tonificación muscular será directamente proporcional a las ganas de tirarle los libros a alguien a la cabeza.

También pensamos en la seguridad. No sólo por el hecho de que los Carperis sirvan como arma de defensa contundente (de dos maneras distintas: puede golpear al agresor, o convencerlo para que los lea), sino por el especial color diseñado específicamente para su localización en los paisajes más extremos (nieve, jungla, el Tribunal Supremo...). Bear Grylls no hace una de sus excursioncitas, si no es portando con él uno de los ejemplares de nuestra editorial.

¿Y las relaciones sociales? ¿Qué sería de un opositor sin vida social? (tautología) No se preocupe, tanto los textos y párrafos chorras, como las actualizaciones, le harán buscar contacto con otros sufridores como usted, dando lugar a su intervención en foros (sí, ya). Se relacionará con otros de su especie con sus mismas motivaciones y anhelos. En este contexto, lanzamos la campaña "ponga un opositor en su vida" que tan buenos frutos está dando. Tanto el formato como el color de sus libros, le facilitarán su reconocimiento en bibliotecas y le darán pié para amenas conversaciones. Aproveche su oportunidad y deleite a sus compañeros con anécdotas tan divertidas como la persecución de abejas. Ellos lo agradecerán.

Y no olvide que sólo la imaginación es el límite del uso de nuestros productos y que siempre descubrirá nuevas utilidades como "aplastar cucarachas" o "calzar mesas extremadamente cojas".

No espere más. ¡Únase a nosotros!


Únase a nosotros.
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Únase a nosotros.

(Estamos probando un tipo nuevo de publicidad subliminal, disculpen las molestias)









BIBLIOTECAS, NO GRACIAS (y dos)


-El síndrome de culo inquieto (the ass here ass there sindrome)
Eso ya es problema mío, no de la biblio. Me levanto y digo "hola, me llamo Many y me he acostumbrado a estudiar dando vueltas por mi casa" (ahora todos decís "hola Many") (luego ya viene el abrazo en grupo)

-El teorema de me lo he dejado en casa (the Murphy you motherfucker theorem)
Empiezas a rebuscar en el fondo de la mochila el tema de la tutela, que es el último de la mañana y no está. ¿Ande andará? Evidentemente en tu casa, riéndose de tí. Claro que puedes volver y estudiártelo allí, pero lo más seguro es que pase a engrosar el bloque de temas "esto me lo estudio mejor el día del prepa, bajo presión"

-El sistema del perroflauta bajo la ventana (the I shit on summer of 67 system)
Justo cuando empiezas a concentrarte, "tirurí tirurí", a un jipilongui le ha dado por recolectar monedas debajo de tu lugar de estudio. Y evidentemente desafina. Por cierto, que hay una graduación para comprobar el grado de jipiez, en base al perro. De menor a mayor: perro atado con una correa->con una cuerda->con una guita (hay una sutil diferencia)->con un cable->suelto (y por lo tanto, ocupable)

-El análisis de qué libro cojo (the mhhh, let me see, this? that? analysis)
El indeciso. El que se pone a dar vueltas buscando un libro, provocando esa sensación tan mala de tener alguien a tu espalda (risas). Y luego, los ruiditos que hace (más risas). Mmmh, ahh, ¿cojo este? ¿Ese otro? Oye, ¿y si es un psicópata antiopositores?

-La fórmula de el tío de delante me mira mal (the mom I'm scared formula)
Ese que te mira fijamente. A tí o a tus apuntes. Y no sabes si es que está concentrado, mirando al limbo, o vas a tener que llamar a los Geo.

-La hipótesis de qué me estas contando (the talking to me? talking to me? hypothesis)
A ver, chaval. ¿Nos conocemos? ¿Somos amigos? ¿Tengo pinta -con esta piel bancluzca- de ser sociable? ¿A que no? Pues a lo tuyo.

-La saturación del loco de la biblio (the mad max, mad menox saturation)
Toda biblioteca tiene su loco (del agua, del cacao de labios) En mi facultad era uno que llegaba y empezaba a hacer círculos con un boli en un periódico. "Estará opositando", decíamos. Que ingenuos que éramos. Este y los dos de antes forman la trilogía el malo, el pesao y el loco.

-La inestabilidad de la silla coja, la mesa coja, la luz fundida, la gotera encima de los apuntes, el viento que ulula entre las rendijas de las ventanas... (the women and children first instability)
Sin comentarios. Tanto paro en el país y tanto chapú por hacer.

-La triangulación de lo imprevisible ocurre (the oh my Lord, why me? triangulation)
Porque en la calle te ocurren cosas que no te pasa en la seguridad de tu hogar (el calor calentito y el brillo brillante, que diría Homer Simpson). Verbigracia, que a la limpiadora le dé un jamacuco justo cuando tú y tus grandísimos (nótese la ironía) conocimientos de primeros auxilios pasan por delante. O que te entrevisten para la tele, dejándote tan a contrapié que no atinas a preguntar que cuando lo ponen (saldrá un día de estos).

-La poralización de uno se aburre sólo (the looking at the roof poralization)
Que ya no me quedan amigos en la biblio. O bien han terminado los estudios, o no los van terminar, o son el Kanino, al que es mejor no llevar a ningún sitio público donde haya cámaras (hola, por si me lees en algún momento ;))
Sin embargo, en contradicción con lo anterior...

-La alternativa de no se puede esudiar en grupo (the we were too much and the grandma gave birth alternative)
Dos, puede. Tres, quizás. Más de tres, no way, my dear friend. Y mucho menos si se empieza con la cosa esa tan madura de pasarse notitas. Ahí es mejor aprovechar e intentar ligar.

-La permeabilidad de la pérdida de la hora del café (the you told me 15 minutes, 15 minutes ago permeability)
Que sales para un ratito y se convierte en un señor rato (y rige los destinos económicos mundiales) Que si una amable charla por aquí, un ameno coloquio por allá... Y si alguien saca una baraja de cartas, catástrofe. Y si alguien pide una cerveza, catástrofe catastrófica.

-La topología de todo el mundo a por café, ¡ya! (the everybody at the same time looking for Juan Valdes topology)
De pronto, un ruido. Bbrrrrmmmm. ¡Estampida! Y es que son las 11am (oncecerocero zulú si nos flipamos) ¿Pero es que el café lo van a prohibir? Y entonces, ¿esas prisas?, ¿esas ansias?.

-La sublimación de no soy un profesor particular (the are you gonna pay me for this? sublimation)
Policias locales. Nacionales. Civiles. Todos rezan por tener un opositor de judicaturas (es este caso, un secre) cerca. Y es que te fríen a cuestiones. Y claro, tú que los ves tan apuradillos, con ese respeto de "¡ala!, ¡¿cuántos temas?!" no puedes decir que no. Además, es gracioso que te hagan la pregunta prueba (no es coña, me lo han hecho ya tres veces). La demostración de que sabes de derecho es que puedas responder acertadamente a ¿se puede meter en prisión a una persona por una falta?. Es como sacar a Excálibur de la roca. O cruzar El Corte Inglés sin que ningún dependiente te diga "¿desea algo?". ¡Indiana Jones, muérete de envidia!

-La turbulencia del malabarista (the this pencil is gonna finish in your ass, i swear for my coldest dead relatives turbulence)
Ya sabeis, eso de pasarse el boli de forma rápida entre los dedos. Si el tío es un máquina, pues mira, tiene su mérito y está entretenido (más allá de la envidia que me corroe por tener desactivadas las sinapsis mano-cerebro) (vamos, que no me sale). Pero si el tío es una manta.... ay, qué cachetá le daba. Porque lo intenta y el boli al suelo. Y otra vez lo intenta. Y otra vez al suelo. Pero persevera. Pero perseverar no sirve de nada. Chaval, no te esfuerces, eres un inútil. Te lo digo yo, uno reconoce a sus iguales.




Y dicho todo esto, llevo una semana yendo a la biblio por las mañanas, que me concentro más.

BIBLIOTECAS, NO GRACIAS (primera parte)



Las leyes universales por las que no hay que ir a la biblioteca:

-La hipótesis de maricón el último (last gay on the earth hipothesys)
Ahora no, que es Julio y los estudiantes están cual caracolillos antes de la lluvia, pero en Septiembre, Diciembre, Febrero y Junio, eso es un sin dios. El típico que llega y empieza a repartir hojas en las mesas, para guardar los sitios a los colegas, porque todos sabemos que lo que no hacen 29 años de prescripción (partiendo de la base de que considero que lo que reserva no es la mesa -bien mueble- sino el espacio físico de la biblio en sí -BI- ;)) lo hace un puto folio.

-El corolario de la guarra de la biblio (the zorration corollary)
O el guarro. Y molesta a dos niveles, el primero visual, porque aunque la chavala sea un croquemon, hay que mirarla. Y el segundo, auditivo, por el cuchicheo de "mira la jamona" y de "mira la peazo de zorra". Ambos compatibles.

-El efecto del vibrador de la muerte (the brrrr, brrrr effect)
Cuando después de chillar terremoto y tirarte debajo de la mesa (como has visto que hacen los niños japoneses, que de abrir los ojos no, pero de esto saben un huevo) se te queda mirando todo el mundo porque no era más que un móvil vibrando. Coño, ¿y por qué no lo alquilas para la demolición de edificios, machote? Seguro que le pongo cuatro de esos debajo a mi tartana y anda.

-El postulado del fresquito en la nuca (the colder than Pingu comunion postulate)
Porque si está encendido el aire acondicionado, da igual donde te pongas, porque te pegará el chorrito de frío justo en la nuca. Donde jode. O en el caso de que lleves una camiseta que te deje parte de los riñones al aire, ahí, ahí, no falla. No confundir con...

-La paradoja de ofú omá qué caló (the hotter than enfoscanding a pyramid paradox)
El día que decides ir a la biblio, aire acondicionado roto. A sudar como pollos (¿los pollos sudan?)

-La conjetura de no soy vonvero (the no chocolate tablet on my abdominale zone conjecture)
Que no. Que no. Que no puede competir uno con alguien que está medio día en el gimnasio dándose caña. Que eso acaba con la moral de uno a la primera, por muy togado de la libertad que se sea.

-El factor de ¿ahora qué me pongo? (the t-shirt or not t-shirt factor)
Porque como se está en casa con chandal y babuchas (cuando pase el verano, se entiende) no se está en ningún sitio. Y que el método de "cierro los ojos meto la mano en el armario saco pantalón y camiseta y que sealoquediosquiera", no suele funcionar (bueno, por mí funcionaría, es la gente, que mira mal)

-La alternativa campo base (the danger: people working alternative)
Yo llego con las hojas sueltas de los Carperis, un boli y un cuaderno para escribir. Hay quien llega con dos sherpas, Dios, doce porteadores, atril, reloj, botella de agua, tres millones de rotuladores fluorescentes, catorce bolis (todos pilots), un plumier, un móvil, un muñequito, una fuente versallesca del XVIII....

-El algoritmo del horario infernal (the an a monkey ball go to the library a 10am algorithm)
Porque los que sois de capital no teneis ese problema, pero los de pueblo tenemos biblios que abren de diez a dos por las mañanas. Teniendo en cuenta que uno va (o iba) al gimnasio a la una... ¿cuándo carajo estudia uno?

-La teoría de no silenciar el móvil (the horteral music on you theory)
Porque no es tan difícil silenciar el teléfono cuando se entra en una biblioteca, no es más que darle a un botoncito. Eso impedirá que en plena sesión de estudio todos sepamos que llevas de melodía "la lambada". Y bueno, a unas malas, si se te ha pasado y ya no hay marcha atrás, al menos haz control de daños. Procura no chillar "lo siento", no respondas en voz en grito "¡es que estoy en la biblio!", no salgas corriendo para responder y, por el amor de Carnelutti, no tires al pasar la mitad de mis apuntes. Sería un detalle.

-El paradigma de ¿pero qué le pasa a la juventud? (the what are you doing here boys and girls paradigm)
¿No habiamos quedado todos en que la juventud española no iba a ningún lado? ¿Qué la ESO los había dejado para el arrastre? ¿Qué no leen otra cosa que no sea el tuenti y sms's? ¿Qué no les importa más que el botellón?.... Y entonces ¿porque hay tanto divino niño de instituto en mi biblioteca? ¿Es que toda la juventud responsable vive en mi pueblo? Pero a ver, muchachos, ¿cuándo rayos se ha estudiado en el instituto?, ¿qué haceis con vuestra vida?. Divertíos, coño, que luego viene la tita oposición con la rebaja.

-La fórmula de un estudiante de insti será siempre un estudiante de insti (the you don't fool me, you fool yourself formula)
O sea que la biblio la abarrotan, pero estudian cono buenos chavales de 16 años, tres horas para dos páginas sobre la Revolución Francesa (esas páginas que son como un insulto para mí, llenas de dibujitos, con poco texto, mmmhh, qué delicia). Y el problema no es que estudien poco, es en qué gastan el resto del tiempo, charlo con el de aquí, con el de allá, unas risas, un mensajito de móvil, jiji, jaja. Claro que lo peor es cuando miran extrañadamente al pureta que hay sentado a su mesa, con unos folios raros, extrañamente grandes, totalmente sobados que contienen palabras que en principio deberían ser castellano, pero no hay dios que las entienda. Entonces se preguntan ¿qué selectividad estará preparando este?


.....

Uff, esto se me está quedando larguísimo. Lo parto en dos. Hoy o mañana cuelgo la segunda parte (el síndrome del culo inquieto, el sistema del perroflauta bajo la ventana, el logaritmo de me lo he dejado en casa, and more...)